Me he dado cuenta de que todo pasa muy rápido. Que hasta lo más importante lo borra el tiempo. Nunca consigues explicar lo que sucedió en el pasado como paso en realidad, por muy importante que fuese. Que lo malo también desaparece. Que inconscientemente lo olvidamos. Porque nos hace daño. Y cuando pasa el tiempo. Y recordamos todo aquello nos damos cuenta. De como han cambiado las cosas. Como hemos cambiado nosotros. Nos preguntamos por qué actuamos de esa forma. O por qué le dijimos aquello a aquella persona. 
Pero de lo que si nos damos cuenta. Es que de lo que nosotros aquel tiempo hicimos un mundo. Aquella herida que nos hicieron, que creíamos que jamás en la vida se podría borrar. Ya no se siente, ya no duele... Ya no nos importa. 
Porque todo pasa, y sufrir por sufrir no vale la pena.